Por Roberto Herrera

Con motivo del cumpleaños número 80 del Maestro Brian Nissen, dedicamos las siguientes líneas del Blog para dar cuenta de sus andanzas por el mundo del arte. El año pasado dicho creador, cuya trayectoria transita por Nueva York, México, Barcelona y Perú, participó en el conversatorio del Coloquio CEVIDI para dar cuenta de los espacios independientes que acogieron a su generación. Su erudición y su voracidad lectora lo ubican, de acuerdo con Rubén Gallo, como uno de los artistas más literarios del panorama artístico moderno. Sus escritos son, de igual manera, la mejor forma de aproximarse a su obra, ya que consisten en crónicas que permiten atisbar su mente y comprender el juego de ideas, reflexiones, experiencias y conversaciones que acompañan su creación. 

Figura 1. Brian Nissen posando en la presentación de "Farándula". Fotografía: AP.

Brian Nissen nació en Londres en 1939, lugar donde comenzó su formación intelectual en las artes, específicamente como pintor en la Escuela de Artes Gráficas de esta urbe europea. Posteriormente, de 1962 a 1963, se trasladó a Francia para estudiar en la London School of Printing and Graphic Arts y en l’École de Beaux-Arts de París, cuestión que representó para él una significativa experiencia en el campo de las expresiones estéticas y que le posibilitó para adquirir nuevos atributos de las principales tendencias del momento, como lo fue el abstraccionismo. Aunado a lo anterior, la perspectiva cultural de la Europa de la postguerra ilustró en su temprano accionar artístico. 

Por otro lado, su viaje a México, realizado hacia finales de 1963, le permitió un inusitado acercamiento a la panorámica cultural, social e histórica de la civilización precolombina que, en años posteriores le permitió presentar obras sobre esta temática en diversos museos de América y Europa. En 1964 realizó su primera exposición individual en la Galería de Antonio Souza, a la que le siguieron otras más en México y Sudamérica. Por aquel entonces, las formas tridimensionales que aparecían en la superficie de sus pinturas habían cobrado autonomía convirtiéndose en relieves que dejaban atrás el soporte del lienzo. Estas obras eventualmente lo condujeron a la escultura, en la medida en la que se hacían más abstractas y se acercaban a formas arquitectónicas y orgánicas.

Figura 2.El primer estudio de Nissen en la ciudad de México, 1965. Fotografía:Caleidoscopio (2017).

Más adelante, en 1979, se trasladó a Nueva York, donde estableció su estudio y se dedicó a la producción de obras escultóricas. En 1980 recibió la beca Guggenheim y en 1983 realizó “Mariposa de Obsidiana” para el Museo Tamayo, una exposición en torno a un poema en prosa de Octavio Paz que hace referencia a un lamento de una diosa Azteca derrotada por la llegada del cristianismo. La idea que manejó a través de esta exposición fue la reinvención de una antigua forma pictórica en el lenguaje contemporáneo del arte, el cual le permitió descubrir así las afinidades ocultas que las unen.

Posteriormente, en 1998, expuso “Chinampas” en el Museo el Barrio en Nueva York, una serie que empezó con dos bronces y que poco a poco fue desarrollando a otras esculturas en varias técnicas que le permitieron explorar el tema. Las esculturas en bronce, cerámica y madera fueron colocadas sobre bases reflejantes, como si fuera agua, mientras que las piezas colgadas en la pared (construcciones en relieve) parecían vistas aéreas de las islas. La idea del islote-huerta flotante le atrajo por su relación con algunas premisas del action painting, donde la superficie del cuadro sirve como un área o arena donde sucede el acto de pintar.

Figura 3. "Chinampas" es una serie de Brian Nissen que se inspira en Xochimilco.

De esta manera, el encuentro con el arte precolombino, mesoamericano y occidental fue una presencia definitoria en sus obras. Al respecto, Arthur C. Danto señala que Nissen descubrió que en México “podría identificarse como una estética del significado que contrasta con la estética de la forma predominante en una parte sustancial del discurso del arte moderno”. Por ello, Nissen se define como una persona híbrida culturalmente, ya que sus obras parten como un producto de los lugares en los que vivió, tanto en Londres, Nueva York, Barcelona y la Ciudad de México.

En 1992 fue invitado a participar en la celebración de los 500 años del encuentro con América por el Ministerio de Cultura de Cataluña, con una presentación acerca del tema de la Atlántida, basado en el mito de Platón acerca del continente perdido y con la idea de los eslabones existentes entre Europa y América. Atlantis fue, además, la segunda explicación del descubrimiento de América que llegó a España, mientras la primera, sugiere que habían descubierto el Edén o el Paraíso.

Una década más tarde, realizó “Limulus”, una serie de bronces y collages basados en ciertas formas del cangrejo herradura, la cual presentó en una exhibición en la City University de Nueva York y que posteriormente apareció en un libro homónimo con textos de su autoría y de Alberto Ruy Sánchez.

Figura 4.Brian Nissen trabajó su serie "Limulus" en 2001.

A fines del año pasado, Nissen publicó “Caleidoscopio. Facetas y flashbacks”, una obra en la que narra sus peripecias y andanzas en el mundo del arte, sus reflexiones sobre las imágenes eróticas y la complicada relación entre el arte y la ciencia. En dicho libro, Nissen plasma su característica visión cosmopolita, de la que han hablado autores como Juan Villoro:

“Como aborrezco los sentimientos del nacionalismo y desconfío del patriotismo, cuando me preguntan por mi nacionalidad o mis lealtades, prefiero contestar que ante todo pertenezco a la nación o, mejor dicho, tribu de los artistas”.

Referencias

Brian Nissen, Expuesto. Reportes y rumores en torno al arte y el arte de Brian Nissen. Pértiga, México, D.F., 2008.

Brian Nissen, Brian Nissen. Fondo de cultura económica, Ciudad de México, 2012. 

Brian Nissen, Caleidoscopio Facetas y Flashbacks. Editorial Lumen, México, D.F., 2017.