Por José Roberto Herrera Caamal (*)

José de la Colina nació el 29 de marzo de 1934, en Santander, España. Corresponde al grupo de niños exiliados republicanos que llegaron a México a raíz de los sucesos sociales, económicos y políticos ocasionados por la guerra civil española en la primera mitad del siglo XX. Por esta razón, de la Colina ha forjado a lo largo de su trayectoria como escritor un pensamiento orientado en una dualidad lírica entre lo nómada y lo cosmopolita, que son representados por la migración de su niñez.

Resulta oportuno apuntar brevemente ciertas distinciones epistemológicas en torno a su figura. Primero, es un personaje pluricultural, porque la identidad que adquirió a temprana edad fue tripartita entre España, Francia y México. Esto lo podemos notar en el libro titulado Tren de historias, el cual reúne retratos, anécdotas y recuerdos de todo un grupo de diversas generaciones de exiliados españoles. Segundo, su formación en las letras parte de una interacción autodidacta y empírica, aspecto que profundiza en su obra De libertades fantasmas o de la literatura como juego.

Este pensador contemporáneo es un representante de la crítica literaria y la cinefilia mexicana. Su faceta como estudioso de las letras es parte del quehacer intelectual que le llevó a obtener el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores en 2013, galardón otorgado por el Fondo de Cultura Económica (FCE). La lista de artículos y publicaciones en las que ha colaborado como miembro fundador de distintas editoriales abarca una porción verdaderamente enorme de la vida cultural de nuestro país por lo menos en los últimos sesenta años: Diógenes, Ideas de México, el suplemento de El Nacional, la Revista Mexicana de Literatura, la Revista de la Universidad, La Palabra y el Hombre, Plural, Vuelta, Sábado, La Letra y la Imagen.

Además, José de la Colina mantuvo un blog, El Correo Fantasma, en el que abordó distintas narraciones y tramas literarias. En este mismo sentido, es importante mencionar la coyuntura ideológica que significó la inclusión de este escritor en un sitio web, porque nos exhibe una ruptura con las prácticas y costumbres conservadoras del ensayista mexicano. Es decir, colabora adicionalmente de los periódicos, revistas culturales y publicaciones académicas impresas para dar paso a los artículos electrónicos que podemos observar en las diversas plataformas de las redes sociales.

El blog tiene sus antecedentes en una serie de publicaciones semanales que se localizaron en la sección Novedades del grupo editorial Milenio aproximadamente hacia finales de los años noventa del siglo pasado, y antes de la presencia exponencial del Internet que acontece en nuestra sociedad actual. “El Correo Fantasma” fue difundido por la editorial Letras Libres en su página Web a partir de mayo de 2007. Por ello, las particularidades de este blog parten de contribuciones literarias personales e institucionales. Por ejemplo, recopila microcuentos y poemas del autor, así como temáticas sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana que pretende fijar abiertamente un diálogo con los lectores.

Una de la publicación que llamó mi atención en particular es Tres fantasmas en una foto. La importancia de esta publicación realizada en febrero del 2014 radica en el uso de la fotografía, al igual que la constante repetición del concepto Fantasma, que se interpreta como alusiones del pasado, y que enmarca la propia singularidad léxica de José de la Colina.

Están, sonrientes y, despreocupados del fluir del tiempo, esos dos “inmortales” de entonces. Deben ser escritores, pues en algo los delatan los lentes. (De la Colina, 2014)

Además,esta obra presenta en primer lugar, la idea sobre el comportamiento, los recuerdos y los vínculos intelectuales con otros autores. En segundo lugar, los elementos artísticos de esta obra parten de un acercamiento interdisciplinario entre la literatura y la fotografía. Por este motivo, el contenido visual retrata una alegoría de un pasado colectivo, específicamente es una construcción literaria perteneciente de su biografía, porque la imagen nos señala un costado de la Plaza de la Ciudadela, en la Ciudad de México con José Emilio Pacheco y el joven José de la Colina en el año de 1959. Asimismo, cabe señalar parte del elemento retórico y metafórico enfocado en la subsistencia del ser que se encuentra presente en esta narración al mencionar que “Cuando eres joven crees que vas a durar más que la Tierra y el mar y todos los hombres”.

Referencias

Ana García Bergua, José de la Colina, escritor en estado puro, Letras Libres, 08 de abril de 2014.

Antonio Acevedo Escobedo, Los narradores ante el público. Primera serie, Instituto Nacional de Bellas Artes, México, D.F. 2012.

José de la Colina, De libertades fantasmas o de la literaria como juego, Fondo de Cultura Económica, México D.F.,2013.

Stefano Tedeschi, El blog: ¿Una nueva frontera para el ensayo? Revista Iberoamericana, vol. LXXVIII, Núm. 240, Julio –septiembre 2012, 657–679.

* Libre pensador, estudiante  y becario del Cevidi