Logo Macay
logo La ruptura

Enrique Echeverría, cerca del medio siglo

Una de las primeras publicaciones interesantes sobre el objeto de estudio del CEVIDI se dedicó a Enrique Echeverría (1923-1972) y fue escrito por la Dra. Teresa del Conde. El material que fue publicado en 1979 como el número 12 de la serie “Cuadernos de historia del arte” de la UNAM fue originalmente su tesis de maestría. En aquel entonces estudiaba el posgrado en Historia del Arte de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la cual se encontraba bajo la dirección de Ricardo Guerra. Según explicaría más adelante en su columna de La Jornada esta sería una de las razones por las cuales dimitiría de abordar a Lilia Carrillo, otra integrante del “epíteto muy discutido y poco afortunado” del cual se le atribuye como acusadora.

En la portada de dicho material aparece una fotografía de Nacho López fechada, de acuerdo a la Mediateca del INAH, en 1969. A mi parecer más bien corresponde a 1961, es decir cuando Miguel Salas Anzures renunció a la dirección de artes plásticas del INBA y organizó el Museo de Arte Contemporáneo de México. El propósito de dicho museo itinerante era que los ocho pintores que aparecen en la fotografía participaran como grupo independiente en la VI Bienal de Sao Paulo, Brasil. Por su parte la delegación organizada por el INBA a través de Horacio Flores Sánchez incluyó una sala especial con obra de José Clemente Orozco y otra general con pinturas de Pedro Coronel, Fernando Castro Pacheco, Carlos Orozco Romero, Juan Soriano y Cordelia Urueta [1].


Fotografía 1. Arriba, Alberto Gironella y Lilia Carrillo. Sentados, de izquierda a derecha, Francisco Icaza, Enrique Echeverría y Vlady. Sentado abajo, en primer término, Waldermar Sjölander. De pie, del lado derecho, Vicente Rojo y Manuel Felguérez. Fotografía Nacho López en la Fototeca Nacional. D.R. INAH.


Sin denominación oficial Lilia Carrillo, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Waldemar Sjölander, Vlady, Alberto Gironella y Luis Nishizawa expusieron, a decir de Francisco Matarazzo, muestras de “pintura activa”. El concepto empleado por el director del Museo de Arte Moderno de Sao Paulo fue en alusión al libro de Luis Cardoza y Aragón en el que utiliza por primera vez el término Ruptura:

"La Ruptura necesaria empieza a plantearse. No será inmediata, pero empieza a plantearse: esto ya es sumamente importante" [2]

Antes de que las 32 obras salieran de México se expusieron en la Galería Misrachi bajo el nombre “Ocho pintores mexicanos” y con un texto del propio Salas Anzures. De ese periodo debe ser el reportaje No. 307 de Nacho López, cuyo resguardo se encuentra en la Fototeca Nacional y ahora disponible para la consulta en http://mediateca.inah.gob.mx.


Fotografía 2. Pintores caminan por la Alameda. Fotografía Nacho López en la Fototeca Nacional. D.R. INAH. 



Fotografía 3. Pintores durante una comida. Fotografía Nacho López en la Fototeca Nacional. D.R. INAH.


En cada una de las imágenes que componen la mencionada unidad documental se puede ver a un Echeverría de sonrisa taciturna, lo  que bien confirma lo expresado por la Mtra. María Teresa Mézquita Méndez [3]. Un poco con esta idea a principios de este año me dispuse a platicar con la Sra. Esther Echeverría sobre su esposo, quien me reveló, entre otros detalles, el gran sentido del humor que lo llevó a dibujar a Don Cheve, una caricatura empleó para promover la leche Sello Azul. Dicha serie fue realizada de 1941 a 1971 y hasta la muestra “Con ojos puramente plásticos y mirada universal”del Museo de Arte Carrillo Gil era prácticamente desconocida. 


Fotografía 4. Tira cómica del personaje Don Cheve, 1947. Del catálogo "Enrique Echeverría 1923-1972. Tiempo suspendido".

Echeverría, de acuerdo con la entrevistada, “escribió unos estatutos para una Unión de Pintores en la que se les garantizaba servicio médico y su existencia dentro de la ciudadanía como un grupo importante”. Se preocupó, por tanto, de sus compañeros y también compartió lecturas con varios de ellos. De aquel escrito evoco una cita que pudiera dar cuenta de la complicidad que lo unió a los jóvenes pintores de la segunda mitad del siglo XX:

"Me uno a los pintores de todo el mundo, de corrientes y técnicas diferentes, pero con los mismos ideales y metas: la libertad y amplitud en el arte pictórico" [4] 

Su constante búsqueda de nuevas técnicas le llevó a experimentar con la acetografía (tintas diluidas en thiner sobre acetato) e impartir clases de arte en la UNAM en los setentas. Cerca del medio siglo de vida realizó su última exposición individual en la Galería de Arte Mexicano y viajó por unos meses a Europa. A su regreso se le diagnosticó glomerulonefritis crítica y después de estar unos días hospitalizado falleció el 25 de noviembre en Cuernavaca. 

Notas

[1] Otros participantes fueron: Héctor Xavier (diseño), Ángel Bracho, Arturo García Bustos, Francisco Moreno Capdevila, Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins y Alfredo Zalce (grabado). El catálogo completo se encuentra en http://bienal.org.br.   

[2] Luis Cardoza y Aragón, México: pintura activa, México, Ediciones ERA, 1961, pp. 12. 

[3] María Teresa Mézquita Méndez, Enrique Echeverría vivió lejos de los reflectores, El MACAY en la Cultura, Diario de Yucatán, 16 de julio de 2018. 

[4] En: Museo Palacio de Bellas Artes, Enrique Echeverría. Tiempo suspendido 1923 - 1972, México, INBA, 2003.