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Voz viva. Ruptura

La Ruptura Hoy   -   Addy CP   -   15/04/2019

Por Laura Espejo Torres

La UNAM, en 1960 comienza lo que sería una gran colección de memorias con las voces más célebres del movimiento artístico en México. El día de hoy esta colección llamada Voz Viva, bien podría compararse con un museo. Un museo y una biblioteca.

La voz permite una peculiar intimidad que está a medio camino entre la presencia del autor y su libro; oír la voz de éste leyendo sus propias obras es en parte una experiencia de lectura y en parte una de actuación. Este formato es muy especial porque tenemos a los autores como representantes e intérpretes de sus propios textos.

Es importante destacar que, en una buena parte, todos estos materiales están en la voz original de sus autores. También se han grabado o reeditado títulos en disco compacto. La tecnología digital perfecciona acervos que nos aproximan tanto a la fidelidad del registro como a su perdurabilidad y, en este caso, el disco compacto ofrece algunas ventajas sobre los acetatos y los casetes (que tienen ambos una caducidad física del material con el que están fabricados). 

De esta colección nos interesa mencionar la participación de los artistas de la Generación de La Ruptura y de los personajes que transitaban en el grupo de manera intermitente, aquí mencionamos unos con sus portadas originales en LP o casete:

Salvador Elizondo presenta en este audio fragmentos de dos obras: Farabeuf o la crónica de un instante y El hipogeo secreto, publicadas en 1963 y 1968 respectivamente, y a las que Octavio Paz les dedica un artículo llamado El signo y el garabato. Este trabajo para Voz Viva fue publicado en 1968 en formato LP.


La voz de Juan García Ponce fue presentada por primera vez en 1968 con el cuento Tajimara, y en 2001 una nueva publicación en formato CD. Este es uno de sus cuentos eróticos más conocidos, pero a la vez romanticos, donde retrata un amor de pureza en el que las parejas se buscan entre ellas para ser un único espejo.


José Emilio Pacheco tuvo muchas remasterizaciones dentro de las colecciones de Voz Viva. La primera, publicada en 1976, presenta poemas como “La enredadera”, “No me preguntes cómo pasa el tiempo” e “Inscripciones”. En 1996 se hace otra selección de poemas y dentro de este se encuentra el icono Batallas en el desierto.


Inés Arredondo es una de las pocas figuras femeninas que su voz fue inmortalizada en este formato auditivo, otras fueron Rosario Castellanos y Elena Poniatowska. Arredondo narra su cuento La sunamita, para el formato LP en 1980 y remasterizado en 2010 para presentarlo en CD.


Tomás Segovia, nació en Valencia, España; fue perteneciente a la Casa del Lago e ingresó como profesor de la UNAM en 1957. Este número de Voz Viva salió en 1992 en formato de casete, llevando el título de Poemas de amor, que incluyó fragmentos de sus colecciones “Historias y poemas”, “Anagnorisis”, "Figuras y melodías", "Colección reservada de sonetos votivos", "Partición", "Algunas piedras en un collar del dios" y "Lapso".


Uno de los nuevos títulos que ahora se editan en disco compacto dentro de la colección Voz Viva de México es Vicente Leñero, quien pasó en una nueva edición al nuevo formato CD, dejando atrás el LP. También se editan o reeditan algunos títulos de la colección Voz Viva de América Latina, entre ellos el de Gonzalo Rojas y el de Juan Rulfo, así como en 2009 con la introducción de José de la Colina a la colección. 

Esta memoria artística permite al lector acercar su mente a la obra, poder disfrutar de maravillosos cuentos o fragmentos de la mano de los escritores. Voz Viva, como su nombre lo dice, mantiene viva la experiencia de escuchar a diversos autores, de interpretar y reconstruir al texto con los escritores. Esta propuesta permite que el arte deje de estar en plataformas convencionales y que, como artistas se puedan inmortalizar junto con sus obras.