Dos mujeres en la Ruptura
Esta semana celebro la vida de dos mujeres que con su obra promovieron la renovación del arte y la literatura mexicana de la segunda mitad del siglo XX: Lilia Carrillo e Inés Arredondo. El motivo que orienta la publicación surge a partir de la (re) lectura de La constelación secreta, en la que Lilia Carrillo comenta que la aparición de la condición de mujer en los cuadros fue “una distinción válida en el siglo pasado” (p.25). Esta “no distinción” sería también perseguida por Inés Arredondo, quien a decir de Christopher Domínguez Michael escribió los cuentos son “más sugerentes, memorables y terribles del siglo mexicano, los únicos en parecer comentarios que le hacían falta a la Biblia”.
Lilia Carrillo fue una pintora, grabadora y diseñadora mexicana. Cursó la carrera de Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda de México. En 1953 obtuvo una beca para realizar estudios en París, inscribiéndose a la Academia de la Grande Chaumière. La estancia parisina marcó de manera definitiva el posterior desarrollo de su obra plástica, alejándose del academicismo mexicano. Expuso por primera vez de manera individual en la Casa de México en París, y de manera colectiva en la Exposición de Artistas Extranjeros en Francia (1955). También incursionó en el diseño de escenografíasy vestuarios para la compañía Teatro de Vanguardia Mexicano de Alejandro Jodorowsky. Obtuvo el segundo premio en el Salón ESSO en 1965 y fue miembro fundador del Salón Independiente de 1968.
Por su parte Inés Arredondo es considerada la cuentista mejor dotada de su tiempo que destaca, además, por su labor como crítica literaria mexicana. En 1947 cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Un año más tarde cambió su carrera y decidió estudiar Letras Hispánicas, de la cual egresó en1950 con la tesis “Sentimientos e ideas políticas y sociales en el teatro mexicano de 1900 a 1950”. Continuó su formación a través del Arte Dramático (1950-1951) y Biblioteconomía (1953). En 1973 concluyó su maestría en Letras Españolas con la tesis “Acercamientos al pensamiento artístico de Jorge Cuesta”.