Letras cruzadas y carbohidratos: García Márquez y Carballo
Esta semana en el NY Times se anunció la iniciativa del Centro Harry Ranson de la Universidad de Texas para compartir de manera gratuita el archivo de Gabriel García Márquez que pertenece a su colección. Las 27,000 páginas e imágenes escaneadas fueron catalogadas y se encuentran a un clic de distancia en la página https://hrc.contentdm.oclc.org gracias a una subvención del Council on Library and Information Resources (CLIR). Una iniciativa que vale la pena revisar con detenimiento.
Aunque en una búsqueda rápida en el recurso anteriormente descrito no se encuentra algún ítem que de cuenta de la amistad del Nobel con Emmanuel Carballo al explorarlo me remonté a su Diario público. En dicha obra lo caracteriza como “un Rulfo, un hombre de pocas palabras que prefiere utilizarlas por escrito y casi nunca de viva voz”. Del mismo material recupero una publicación fechada exactamente hace 52 años:
“Hace unas cuantas noches, en casa de Gabriel y Mercedes García Márquez, nos encontramos con Álvaro Mutis y su mujer. De los seis, sólo Mercedes no cumple rigurosamente con la BC, actitud censurada a todas luces. En vez de postre (a mí no me gusta preparado con sustitutos del azúcar) nos pusimos Gabo, Álvaro y yo a formular una primera lista, susceptible de afinarse en próximas ocasiones, que engloba los carbohidratos que contiene la obra de algunos escritores o residentes en México”.
Más adelante, y después de responsabilizar al trío por sus errores, aclara que no necesariamente un menor número de carbohidratos lo convierta en mejor escritor o que los calificados como “no computables” se deba a pobreza artística. Recupero algunos nombres relacionados con la Ruptura y dejo la referencia para leer la nota completa:
- Juan José Arreola, como dos donas sin decorar, 40.
- José de la Colina, como 100 gramos de pistaches, 19.
- Salvador Elizondo, 6.
- Juan García Ponce, 53 no asimilables.
- Carlos Monsiváis vive eludiéndolos y escribe en la mismaforma.
- Octavio Paz, 22.
- Luis Guillermo Piazza, no computable
- Juan Rulfo, 18.
Con la dosis diaria de 60 carbohidratos se puede, señala más adelante, armar un menú diario, semanal y mensual y añado: ¿por qué no realizar uno para cerrar el año?