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Ruptura es la suma

Por Addy CP

Atendiendo a la idea de que ROMPER implica dividir o separar una continuidad que conforma un todo; mientras que la noción de RENOVAR involucra una condición de existencia en el que se ponen en juego las formas (aún a riesgo de perderlo todo) el objeto de estudio del CEVIDI se explica a través de una situación cultural más amplia, que la supera y la incluye.

Jorge Alberto Manrique (2007) expresó lo anterior en El rey ha muerto: viva el rey. La renovación de la pintura mexicana como un arma de doble filo. La escuela mexicana fue la culminación de los ideales decimonónicos de la pintura: ¡por fin podía hablarse de un arte verdaderamente propio! Sin embargo, según comenta más adelante en el texto fue precisamente esta personalidad lo que también la maniató y empujó a su agotamiento formal y temático.

Dice Pierre Bourdieu (2010) que “el revolucionario está condenado a encontrarse solo” y para confirmar lo anterior basta recordar a Rufino Tamayo, quien abandonó la escuela mexicana y, por ende, la iterativa interrogante sobre la esencia de “lo mexicano”. De tal manera que, tras su maduración en Nueva York, su devenir se orientó hacia el cuestionamiento de su propio y personal ser verdadero, o en palabras del sociólogo francés:

La ruptura, que es sin duda muy antigua, se ha tornado dramática desde el momento en que el campo artístico ha comenzado a volverse hacia sí mismo y devenir reflexivo, y tiene que vérselas, además con un arte que demanda, para ser percibido y apreciado, que el espectador comprenda que el objeto de arte es el arte mismo. (Bourdieu, 2010, p. 32)


En aquel entonces, en Tiempos de Ruptura, la necesidad de ABRIRSE era un imperativo en la cultura mexicana, por lo que todo lo que se identificara como un CIERRE sería atacado. La continuidad de la escuela mexicana habría sido posible, según Manrique (2007), si no se hubiera negado sistemáticamente a toda renovación formal. Tal era una garantía de éxito en el mantenimiento del dominio de la producción simbólica, en palabras de Bourdieu.

La posibilidad de ver fuera de México otras formas de hacer arte y literatura fue un catalizador de peso para la (re) configuración del campo artístico mexicano, aunque no lo fue todo. También fue necesario que modernistas solitarios como Juan Soriano reunieran suficiente capital artístico para ser considerados como revolucionarios. En él, en ellos, los de La Ruptura encontraron un ejemplo para arremeter en contra del mundo cerrado referido por Paz (2004) y “La cortina del nopal” de José Luis Cuevas (1988). Dicha acometida fue, según autores como el citado Manrique (2007), realizada en todos los terrenos y como resultado de la imposibilidad de una convivencia pacífica, dado que se les trataba como “degenerados abstraccionistas decadentes”:

Estaban juntos en tanto que negaban algo, más que en tanto, que trataban de afirmar otra cosa. (p. 47)


El arte joven, el de La Ruptura, es cosmopolita y, por ende, se desterritorializa de “un ambiente físico” y de una “situación social”. De tal manera que se convierte en un campo fértil para trabajos interdisciplinarios como “Poesía en voz alta” o el “teatro pánico” de Alejandro Jodorowsky. Hablar de todos ellos sería una empresa que nos llevaría más de una entrada del blog. Sin embargo, hemos preparado un punto de lectura, en el cual nuestros usuarios pueden consultar los siguientes materiales para (re)pensar a LA RUPTURA COMO LA SUMA DE TODAS LAS ARTES:

• Alias (2014) Rubén Gámez. La fórmula secreta. México: Alias, Imcine & Filmoteca de la UNAM.
• Batis, Huberto (2015). La flecha extraviada. México: Editorial Ariadna.
• Bayón, Damián (1973). Arte de ruptura. México: Editorial Joaquín Mortiz.
• CONACULTA, INBA & CENIDIAP (2014) Guillermina Bravo. Testimonial. México: INBA.
• Dallal, Alberto (1994). La danza en México en el siglo XX. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
• Del Conde, Teresa (2014). Textos dispares: Ensayo sobre el arte mexicano del siglo XX. México: Siglo XXI Editores.
• Eder, Rita (2014). Desafío a la estabilidad. Procesos artísticos en México 1952-1967. México: UNAM & Turner.
• Ferreyra, Andrea (2014). La boîte de J. J. Gurrola. México: UNAM.
• González Torres, Armando (2011). La pequeña tradición. Apuntes sobre literatura mexicana. México: Dirección de Literatura de la UNAM & DGE Equilibrista.
• Luis Fernando (2018). Avándaro. La historia jamás contada. México: Secretaría de Cultura.
• Moldes, Diego (2012). Alejandro Jodorowsky. España: Ediciones Cátedra.
• Torres Arroyo, Ana María (2011). Identidades pictóricas y culturales de Rufino Tamayo. ¿Un pintor de Ruptura? México: Universidad Iberoamericana.
• Unger, Roni. (2006). Poesía en voz alta. México: INBA, CONACULTA & UNAM.

El CEVIDI abre de lunes a viernes (excepto martes) de 10 a 17:30 horas. La entrada es libre.

Trabajos citados

• Cuevas, J. L. (1988). La cortina de nopal. En M. d. Gil, Ruptura 1952-1988 (págs. 84-91). México: Museo de Arte Carrillo Gil & Biblioteca Pape.
• Bourdieu, P. (2010). El sentido social del gusto. Elementos para una sociología de la cultura. México: Siglo XXI Editores.
• Manrique, J. A. (2007). Una visión del arte y de la historia. México: UNAM & IIE.
• Paz, O. (2004). El laberinto de la soledad. México: Fondo de Cultura Económica.