Logo Macay
logo La ruptura

Wolfgang Paalen

La Ruptura Hoy   -   Addy CP   -   22/07/2019

Por Roberto Herrera

"La tarea del arte ya no es responder preguntas ingenuas; ahora es el cuadro el que mira al espectador para preguntarle: y tú, ¿qué representas?" -- W. Paalen


Un artista clave en la historia de la pintura del siglo XX en México es, sin lugar a dudas, la del multifacético Wolfgang Paalen. Este personaje nació en Viena durante 1905, nada menos que en los tiempos de Wienzeilenhaüser, el famoso arquitecto Otto Wagner. Paalen fue el hijo de un adinerado inventor y comerciante judío converso quien se encuentra entre los creadores de la aspiradora; además de que sus familiares fueron dueños de una considerable pinacoteca para los museos de Berlín y de Viena. Conocer las diferentes obras artísticas con sus respectivas representaciones de este autor, conllevan a incursionar en aproximaciones históricas de contextos diferentes: los trabajos artísticos en su caminar europeo antes de la Gran Guerra, y por trayectoria en el continente americano, especialmente en México durante y posterior a la Segunda Guerra Mundial. 

De la misma manera, para comprender sus ideas debemos tener un acercamiento entre las reflexiones de carácter filosófico y las observaciones literarias que realizó a lo largo de su trayectoria. Por ello, la idiosincrasia en W. Paalen es, como pocos, la de un heredero del romanticismo alemán. Esto porque pudo conservar una profunda atracción hacia el paisaje por el alma, y por las culturas arcaicas a través del tiempo y el espacio; lo que ocasionó que viajara por diferentes partes no solo de Europa, sino también de América. 

Reflejo de la dicotomía entre el arte y vida, Paalen vislumbró la unión íntima y enigmática del universo, ya que, conforme a esta premisa, el arte debía ser un testimonio de las correspondencias del cosmos y de las ciencias. 


La primera exposición de Paalen fue a la edad de veinte años en Berlín durante 1925, y bajo la obra “Naturaleza Muerta”. Dicha creación se encuentra asentada en la temática del reencuentro artístico Franco-Alemán. En aquella exhibición el punto de atracción fue la presentación de los Fauvistas, lo que marcaría en sus posteriores trabajos una atracción hacia el Surrealismo. Dentro de sus distinguidas obras, caben señalar las siguientes: la Caja Encantada Florero Mágico que muestran ciertos elementos del cubismo plano, al igual que, el empleo de colores ordenados por áreas. 

En 1930, Paalen incursionaría en su búsqueda por completar su repertorio estético, desde el impresionismo hasta Picasso, además de su afinidad por las pinturas francesas. Por ello, su obra Composición mostraba una mesa con manteles de los colores rojo y rosa, aparece organizada una naturaleza muerta través de una ventana abierta que ofrece una vista hacia un paisaje de pinos y cruces. Paalen intentaba desprenderse de la idea que “la imagen no puede ser más que un objeto de la memoria”. Más allá de este idealismo innovador, esta concepción artística pretendió encontrar, por diferentes vías, la unidad entre la relación del sujeto con la realidad y la forma inmanente de la imagen. Obras como Phantómes I, señalaron experiencias virtuales de la vista que no tocaban la memoria, ni los contenidos de los sueños. 

Este pensamiento se basaba en la memoria y crítica de John Ruskin, quien señalaba que la inocencia del ojo, de la percepción infantil o de la posibilidad de que un ciego recupere repentinamente la vista y confronte cualquier estructura con la idea que sobre ella se había construido. Según el pintor suizo Serge Brignoni, Paalen era una persona que adquirió hacia finales de los años 30 un gusto por la pintura rupestre, ya que, representó un cambio vertiginoso en su forma de expresar el arte: consideraba la unión de ideas separadas por una sola superficie. 


En estos años, pinturas como Animax Carnassiers, permitieron exhibir algunos materiales que originalmente eran ajenos al cuadro, así como la reproducción de fondos pictóricos evocativos, en los cuales emergen manchas orgánicas limitadas por gruesas líneas negras, de tal modo, que la propia construcción lineal describe las formas o siluetas como un rastro autónomo, o como un modelo prehistórico. Este personaje anticipó el uso de archivos, publicaciones, investigación teórica y prácticas interdisciplinarias que fueron atípicas durante el arte de este siglo. Por ejemplo, el ejercicio plástico y la experimentación de Paalen con texturas de materiales fuera de la pintura, se presentan en obras pequeñas, como un collage de papel y corcho, Le Sol de la Forét. 

Por otra parte, y de manera fundamental, su faceta como pintor demostró los recursos que caracterizaron a los diferentes artistas del siglo XX: las series. En él, estas técnicas se caracterizaron por las variaciones en las formas y en la perspectiva que contenía cada uno de sus cuadros. Por ejemplo, en las series denominadas Cabezas Cicládicas, los rostros de las mujeres parecían cerrados, vueltos hacia sí mismos. De la misma manera, las obras La Roue de l´Orange Femme tuvieron las particularidades en diseños triangulares y escultóricas que aluden al lenguaje geométrico y formal de los ídolos cicládicos. 

En retrospectiva, Paalen fue un hombre sensible al espíritu de su época, por lo que sus obras correspondieron hacia una inclinación por el surrealismo, y por ejercer pensamientos filosóficos – racionales dentro de un modelo universal. Por ello, su figura ha quedado insertada como uno de los precursores de las expresiones vanguardistas y contemporáneas para la historia del arte de la primera mitad del siglo XX. 

Referencias

Wolfgang Paalen, Museo de Arte Contemporáneo Alvar y Carmen T. de Carillo Gil., Mexico, D.F. 1994.

Sitio web oficial de Wolfgang Paalen.