PIXIE HOPKIN: LA ANTESALA ARTÍSTICA DE LAS PESTAÑAS Y LAS PELUCAS.
Por Alex Novelo
Recuerdo que durante mi secundaria a una ex compañera toda la clase se refería a ella como “Pixie”. Era porque en aquel entonces,cuando las chicas empezaban a maquillarse, a ponerse pestañas y pelucas para sentirse con diferentes estilos, a esta ex compañera mía le gustaba presumir productos que tomaba de las cosas de su mamá, casualmente muchos venían con la etiqueta Pixie. Fue a raíz de este juego que se le quedó el apodo y para toda la clase siempre fue “Oye Pixie…” “Dile a Pixie…” “sí, Pixie…”. Sin embargo, como cualquier juego nos parecía gracioso y nunca reparamos en lo que significaba.
Tiempo después descubrí que se trataba de algo sumamente icónico para las generaciones de los años 70, quienes vivieron el auge de los copetes, peluquines, patillas y pecheras. El nombre de la marca se debía al de su creadora: Pixie Hopkin.
Para conocerla un poco podemos decir que Angela Jean Hopkin (nombre de nacimiento) es una diseñadora de modas y empresaria, nacida en 1940 en Singapur; por situaciones de la Segunda Guerra Mundial tuvo que migrar constantemente, pasó por África, creció en Irlanda y en Londres, en donde obtuvo un título por la Webber Douglas Academy of Dramatic Art. Una vez terminada su universidad se mudó a Texas. Ahí consiguió sus primeros trabajos como actriz y posteriormente una maestría en diseño teatral de vestuario por la Universidad Baylor.
Sin duda, su marca fue el highlight que le dio el éxito, pero antes de eso,antes de Pixie Hopkin Fashion y todo lo que gira a su alrededor como diseñadora, Pixie tuvo un recorrido artístico importante que tal vez, de haberlo seguido,estaríamos hablando de otra historia.
Su carrera como actriz comenzó en 1965 con “Los bienamados”, un filme considerado actualmente de culto en México debido a los temas que toca, la estructura narrativa con diversos saltos y por el contexto que desarrolla, ya que en los años 60 la sociedad tradicional no hablaba en la cena sobre lo pasional de una relación y el incesto entre hermanos. La película completa se encuentra en youtube y la verdad es que vale la pena darse el tiempo de poder apreciarla.
Esta obra parte de los cuentos escritos por Juan García Ponce en “Tajimara”,en donde Pixie interpretó a Julia (la hermana incestuosa). Uno de los dos directores de esta cinta fue Juan José Gurrola, con quien tendría otros proyectos más adelante, entre estos, una relación sentimental y una hija.
En 1966, Pixie tomó la decisión de iniciar su carrera como cantante en el grupo “2+ 8 en pop”,donde tomó el rol de vocalista. Apenas un Lp (Long Play Album) salió a la luz,ya que Nacho Méndez (compañero musical y compositor) tuvo diferencias en cuanto al trabajo creativo con Gurrola, quien dirigía el show en vivo.
Sin embargo, este pequeño fracaso para Pixie no significó nada, ya que un año después,en 1967, tuvo la oportunidad de ser la protagonista de “Mariana”,película homónima de la novela de García Ponce, en donde él mismo fue guionista junto con Inés Arredondo. Para este trabajo Pixie ya se encontraba en constante contacto con el grupo de La Mafia.
Todo esto ocurrió antes de que Pixie supiera lo trascendente que sería su nombre en el mundo de la moda en México. Sin duda, el mantenerse creativa y siempre cerca de trabajos artísticos como las películas o la música y el no parar de moverse desde su llegada a México tuvo como resultado el boom que generó con su marca.
En el aspecto musical, una segunda oportunidad llegó con el proyecto “Pixie And Hair”, produjo otro Lp, en donde “Los Shakes” la acompañaron con sus instrumentos. Pixie dejaría el bolero, la bossa y el pop para explorar con ritmos más agitados como el rocanrol, el a-gogó e incluso con ritmos que estaban cerca del rock psicodélico tan distintivo delos años 60. Algunas canciones las podemos encontrar actualmente en la web,pero si echamos a volar la imaginación, en un mundo alterno, Pixie and Hair logró sacar más canciones y seguramente fueron invitados al “Festival Rock y Ruedas” de Avándaro en1971. Por el estilo de música que Pixie tenía y por existir pocas figuras femeninas en la escena musical en ese momento, no suena descabellado, pero la realidad es que el proyecto se quedó ahí y fue ese mismo año de 1969 cuando tuvo otro papel para el cine mexicano con la película “The Candy Man” y “Patsy, mi amor”. En esta última no tuvo un papel como tal, fue más bien invitada como“la cantante” en una escena musical. Lo importante de esta comedia romántica muy al estilo “Grease” es que el guion era nada más y nada menos que de Gabriel García Márquez.
Su última película la realizó en 1971 y fue una adaptación de “Narda o el verano” de Salvador Elizondo, dirigida por Juan Guerrero (mismo director de “Mariana”). Este filme no tuvo gran trascendencia para Pixie, pues su personaje fue secundario. Es, a partir de este momento, que se genera la línea que divide su carrera como cantante y actriz para volverse empresaria y diseñadora de modas, pues no volvería a realizar películas ni tener otro proyecto musical. Se dedicaría de lleno a trabajar su marca para lograr un auge en 1974.
Es por lo anterior que Pixie, como personaje y como marca, suele asociarse al mundo de la moda y se le ha prestado muy poca atención a sus facetas como actriz y cantante, las cuales corresponden al periodo que es objeto de estudio del CEVIDI. Pixie llevó la literatura de Ruptura a la pantalla y en sus colaboraciones se tocaron temas que se salían del amor romántico acostumbrado en los 60 y principios de los 70.Además de todo esto, la cercanía que Pixie mantenía con la Generación de la Casa del Lago era envidiable, las buenas relaciones, incluso con Gurrola después del divorcio, la ayudaron a mantener sus ideas frescas y así poder usar esta energía creativa para lograr sus metas.
- Carlos Didzaá, PERFILES: Entrevista con Pixie Hopkin,Cardid Sansa blogspot, 23 de agosto de 2018.
- El gusto es mío, Pixie Hopkin
- Huberto Batis, “Gurris-Gurris”, Confabulario, El Universal,14 de mayo de 2017.
- Página de Pixie Hopkin en Wikipedia
- Pixie, pelucas y pestañas legendarias, Expansión, 28 de enero de 2009.